Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC
Uno de los temas que más preocupa a los padres del siglo XXI es el poder de comunicación que adquieren las redes sociales entre los adolescentes. Esta actividad que tanto tiempo nos acaba quitando al final del día puede convertirse en un arma de doble filo cuando hablamos de la muerte y el duelo.
Aunque hay muchas indicaciones en internet sobre qué se puede hacer con las cuentas de los fallecidos (ya sea en Facebook, Twitter, Tuenti, Instagram), lo más significativo es que normalmente se puede solicitar su cierre a los administradores adjuntando datos de la defunción.
Qué hacer con el perfil de un fallecido en las redes sociales
En el caso de Facebook, se puede mantener la cuenta del fallecido de manera que sea conmemorativa, aunque esta modalidad es limitada y no permite mandar mensajes privados. También ofrece la posibilidad a sus usuarios de dejar preparado un vídeo o mensaje que se enviaría a determinadas personas en caso de fallecimiento, a través de un programa llamado “If I die”.
Por su parte, Twitter permite que un albacea se haga cargo de la cuenta de la persona fallecida.
Los mensajes de condolencia a través de las redes sociales
Debido a que hoy en día las redes sociales son un canal de comunicación habitual, hay que tener en cuenta que también constituyen una nueva vía para despedirse y homenajear a las personas fallecidas. La persona que está en duelo puede recibir mensajes y condolencias a través de las redes, no sólo las sociales, sino también desde páginas web especializadas en despedidas, como pueden ser las esquelas virtuales.
En concreto, los adolescentes tienden mucho a enviar mensajes a través de las redes sociales. La razón de que elijan este canal es que, por un lado, les protege de mostrar sus emociones en público y, por otro, es un medio que manejan bien y en el que no hay límites de expresión. Por ello, es habitual que el muro de facebook de alguien que ha fallecido se vea inundado por mensajes de adolescentes ante una pérdida.
Expresar y compartir el duelo en foros de Internet
La red también permite crear una experiencia de duelo -en apariencia íntima- en la que la gente puede compartir su estado de ánimo con otras personas que han pasado o están pasando por la misma situación, a través de los foros. Sin embargo, aunque los adolescentes vuelquen sentimientos, opiniones y emociones en estos espacios virtuales, hay que tener en cuenta, que caso de necesitar ayuda externa, estos espacios no sustituyen a la terapia.
Además, aunque expresar el duelo en foros pueda ser de ayuda en algunos casos, al no tratarse de entornos controlados, es posible que se generen muchos mensajes erróneos que podrían complicar la situación y provocar en el adolescente dudas sobre sus emociones, o incluso sentimiento de culpa y bloqueo. Por ello, si somos conscientes de que nuestros hijos acceden a estos espacios, es conveniente supervisarlos periódicamente.
El uso adecuado de las redes sociales durante el duelo
Las aplicaciones de las que hemos estado hablando permiten, en primer lugar, algo que ya hemos mencionado: exhibir y compartir el dolor. Se crea una red de mensajes a modo de homenaje, memoria o consuelo que suele servir de ayuda al adolescente. Sin embargo, pasado un tiempo prudencial, no es conveniente que se quede enganchado a estas páginas y siga pendiente de las actualizaciones (si aún hay reacciones, si la familia cuelga cosas nuevas, si aparece la persona fallecida conectada, etc.).
En ese caso, nos encontraríamos ante problemas relacionados con la irrealidad de la muerte, es decir, el adolescente mantiene esas conductas porque está alejado de la realidad. Un indicio es que se niegue borrar el número de teléfono de alguien porque sigue mirando su “Whatsapp”, porque a veces se conecta o simplemente para recrearse en la última conversación virtual que tuvieron como si acabase de suceder.
Las redes sociales y el duelo: instrucciones de uso
Os resumimos todos los aspectos que hemos mencionado sobre el uso de las redes sociales en caso de muerte y duelo:
- Las redes sociales permiten que el doliente reciba mensajes.
- Expresar lo que uno siente de manera anónima genera cierto consuelo.
- Son válidas para preparar despedidas, aunque no sustituyen a las reales. Están indicadas para aquellas personas con las que se comparte menos intimidad y los perfiles que permiten mensajes póstumos. Aunque estos últimos no siempre serán los esperados, aspecto que no hay que perder de vista.
- Las redes sociales son propias de gente joven, aunque cada vez son menos exclusivas de este grupo de edad.
- Permiten un espacio anónimo en el que desahogarse con personas que se encuentran en una situación similar, aunque esto no es necesariamente una ayuda. Hay que ser conscientes de que, en muchos casos, puede dificultar la elaboración de un duelo sano.
- Lo virtual nunca debe sustituir a lo real. Puede apoyar, ser un complemento, pero no es una vía exclusiva.
- Es un modo de exhibir y compartir el dolor. Puede influir de manera negativa en personas sensibilizadas, o incluso retraumatizar a personas afectadas ante determinados fallecimientos con imágenes, vídeos, etc.
- Un uso excesivo de las redes sociales puede ser indicio de una negación de la muerte o inaceptación de la realidad de la pérdida (si el adolescente deja mensajes al fallecido como si siguiera vivo, o incluso mantiene cuentas o medios de comunicación virtual como si la muerte nunca hubiera ocurrido).
- Mantener los medios y las redes sociales intactos puede funcionar como un multiplicador, es decir: puede inspirar en otras personas comportamientos que no se habrían planteado en otras circunstancias.
- Las redes sociales pueden prolongar el duelo en el tiempo si el tema no se cierra y sigue teniendo visibilidad en los medios, como es el caso de algunas catástrofes. Pueden llegar a retraumatizar o generar estrés, impacto o trauma en la población aún sin haber sido parte activa en la catástrofe.
- Los grupos y las redes de apoyo virtuales nunca sustituyen a una terapia real en el caso de que la persona necesite ese tipo de apoyo.
Como veréis, las redes sociales tienen sus pros y sus contras en el abordaje del duelo. En el caso de los adolescentes, hay que ser cuidadosos con lo que ven y lo que expresan, además de darles la oportunidad de buscar otros espacios más reales, sin perder de vista que el uso de las redes es normal y no debe alarmarnos. Si es posible, podemos supervisar aquello que escriben o leen, siempre sin interferir en su intimidad, para valorar si es lo adecuado.
Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico «Hablemos de Duelo», que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.
También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:
Begoña
Hola, me ha encantado el artículo, muy interesante el enfoque. Aunque está centrado en la adolescencia, creo que muchas de las actitudes que señaláis en cuanto al duelo y redes sociales se dan también en los adultos y los «riesgos» que conlleva (por ejemplo la irrealidad, o engancharse a las últimas conversaciones) también pueden poner en peligro la elaboración del duelo en la edad adulta. En http://www.artmemori.com escribí hace un tiempo sobre la expresión del duelo en las redes sociales como un fenómeno novedoso al que debemos prestar atención. Este artículo lo complementa a la perfección. Muchas gracias por ofrecer esta información tan interesante, ¡la compartimos!
FMLC
Estimada Begoña:
Muchas gracias a ti por leernos y compartir nuestros artículos. Valoramos mucho vuestra labor para sensibilizar y difundir información de calidad sobre el duelo. Nosotros seguiremos ampliando este y otros temas en el blog, y seguiremos el vuestro con el mismo interés. ¡Un cariñoso saludo!
Equipo FMLC
Andrea
Hace un mes murio mi bebe, y yo me he refugiado en grupos de apoyo q pasaron x lo mismo, me ha ayudado mucho, sentir q no solo yo siento ese dolor pero yo me he encerrado en expresar mi dolor x facebook, pero me enojo cuando la gente me escribe algo ilogico. He creado un enojo con todo el mundo, y si dicen algo q no me gusta me enojo. Solo estoy enojada o llorando.
FMLC
Estimada Andrea, parece que aún queda dolor y rabia por expresar. Por tus palabras me parece entender que tu dolor aún sigue muy a flor de piel, y en estas circunstancias cualquier comentario que roza ese dolor con una sensibilidad menor a la que esperamos, enfada. Te invito a que te procures espacios, o formas de seguir expresando ese dolor, y que continúes comunicándolo y dándole espacio.
Un abrazo,
Pilar Pastor
Psicóloga FMLC
Tere Arias
Muy interesante el artículo. Sin embargo, cuando mencionan que el regresar a la página de la persona que falleció es indicativo de un trastorno del deudo, me parece muy limitado, pues cuando una pérdida es significativa, las pertenencias y escritos del fallecido, así cómo lo que otros escriben de él, es una de las cosas que en mi experiencia ayuda a aceptar su muerte. Mi hijo murió hace casi tres años y las redes me han servido, así cómo a mi familia, sus amigos y novia a recordarlo y poder aceptar su muerte. Administro una página de un grupo de padres que se llama «mi hijo también murió». Saludos.
FMLC
Estimada Teresa:
Te agradecemos mucho tu comentario, en el artículo no hablamos de trastorno, sino de que es posible que se desarrollen problemas relacionados con la irrealidad, es decir, que las personas pueden utilizar las redes para mantener vivo al ser querido que ya no está. Esto es algo muy distinto a utilizarlo como un homenaje, si bien es cierto que los escritos de otros sobre el fallecido ayudan a generar un recuerdo que va a perpetuar en la memoria.
Un cordial saludo,
Patricia Díaz
Psicóloga FMLC