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Factores que provocan el sentimiento de culpa en el duelo (II)

Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC

 

En el anterior artículo abordamos la segunda tarea del duelo, que consiste en elaborar las emociones asociadas a la pérdida, y exploramos los distintos motivos por los que surge el sentimiento de culpa del superviviente o cuidador, y cómo afrontarlo.

En este nuevo post analizamos varias causas más que pueden motivar la sensación de culpabilidad durante el duelo, un sentimiento que, si no se elabora adecuadamente, puede añadir más dolor al proceso y bloquear el duelo.

Estas son algunos factores frecuentes que provocan su aparición:

Las decisiones que debemos tomar cuando el ser querido enfermo no puede

Cuando un ser querido sufre una enfermedad grave y no puede valerse ya por sí mismo, a menudo le corresponde a sus familiares cercanos tomar decisiones delicadas, como sedarle para evitar el sufrimiento y acelerar la muerte, desenchufar la máquina que lo mantiene con vida, etc.

¿Sabemos cuál era su voluntad? Ajustarnos a su voluntad, cuando sea posible, nos serena. Cuando no conocemos la voluntad del ser querido, es importante preguntarnos por qué y para qué hemos tomado esa decisión. Seguro que la respuesta es que la decisión era beneficiosa para la persona enferma y la decisión fue por amor.

Sin embargo, después de su muerte, lo que decidimos por amor, ahora nos lo cuestionamos desde el miedo, con culpa, como algo cuestionable o mal hecho.

Los asuntos inconclusos de la relación

A menudo, en muchas relaciones existe una parte no resuelta, la parte oscura. Es difícil mantener todas las relaciones limpias, sin conflicto, al día, sin rencores…

¿Recuerdas aquel día que me prestaste tu coche nuevo y lo choqué?

Creí que me matarías

pero no lo hiciste…

¿Recuerdas aquel día que vomité en tu alfombra nueva?

Creí que me odiarías

pero no lo hiciste…

¿Recuerdas aquel día que te obligué a ir a la playa y llovió tal y como dijiste?

Creí que dirías “Te lo dije…”

Pero no lo hiciste…

¿Recuerdas aquel día que fui coqueta con otros hombres para que te pusieras celoso?

Pensé que me dejarías

Pero no lo hiciste…

¿Recuerdas aquel día que olvidé avisarte de que el baile era formal y llegaste en tus jeans?

Creí que me abandonarías

Pero no lo hiciste….

Sí, hubo muchas cosas que no hiciste…

Pero me soportaste siempre…

Me amaste…

Me protegiste…

Hubo muchas cosas que quise agradecerte cuando volvieras de Vietnam…

Pero no lo hiciste.

Lo que debería haber sido y no fue:

-“Nunca le dije que le quería”.

-“No agradecí lo suficiente todo lo que me dio”.

Lo que fue y no debería haber sido:

-“Sentía rencor, pero nunca lo hablé con ella”.

-“Le mentí y no lo merecía”.

Puede haber aspectos negativos de la relación que no se han podido cerrar con la muerte de esa persona. Es importante reconocer nuestras limitaciones y las del ser querido, nuestras carencias afectivas y las carencias de quien murió. Identificarlas y comprenderlas nos liberará del autocastigo y del resentimiento.

Sobredimensionar el amor

¡Qué difícil es ver sufrir a la persona que queremos! Desearíamos tener poderes para aliviarla, pero el amor que sentimos, por grande que sea, no tiene esa capacidad.

“…ella estaba allí sentada en la silla del hospital, sujeta por una sábana a la cintura, para que no se dañara. Angustiada, desorientada preguntaba ¿Dónde está mi casa? Y quería irse de allí…lo    que yo le decía no le servía…yo tendría que haber hecho alguna otra cosa para que no sufriera…”.

Lo que podemos hacer por el otro tiene un límite.

Darse permiso para vivir de nuevo con ilusión

Algunos pensamientos o creencias que dificultan este paso van en esta línea: ¿Volver a vivir con ilusión supone olvidar a mi ser querido? ¿Si mi ser querido no puede, yo tampoco me lo permito? ¿Si disfruto de la vida significa que no me duele haber perdido a mí ser querido? ¿Si soy capaz de reír es que ya no es importante su muerte?

La respuesta a estas cuestiones es sencilla si pensamos en las personas a las que queremos y están vivas: ¿Están presentes en nuestro pensamiento de forma constante? Aunque no lo estén, no las hemos olvidado. ¿Que concepto tenemos sobre el amor? Cuando muere un ser querido, nuestro mundo cambia, es un mundo sin él, un mundo al que seguimos respondiendo y creando con nuestras decisiones. Y a pesar de todos los cambios, el amor permanece.

En conclusión, el sentimiento de culpa sin elaborar puede dañarnos y bloquear el proceso del duelo. Elaborar el sentimiento de culpa adecuadamente nos ayuda a revisar nuestros actos:

– Aceptarlos y avanzar en el proceso.

– O iniciar un proceso de cambio, transformación y crecimiento.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

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