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¿Existe el duelo colectivo?

Sara Losantos, psicóloga de FMLC

Desde que empezó la pandemia por el Covid-19 y, a medida que iba aumentando el número de muertos, comenzó a hablarse intensamente del duelo colectivo.

A lo largo de este tiempo, muchos medios se han hecho eco de este concepto y han dialogado acerca del duelo colectivo que viviremos cuando acabe el confinamiento. En esta ocasión, ahondaremos acerca del uso impreciso de esta terminología por parte de los medios de comunicación ante el duelo provocado por la insólita situación que estamos viviendo.

¿Qué es el duelo colectivo?

Tal y como yo lo veo, es un concepto que se ha utilizado para tratar de describir una situación absolutamente anómala. Una circunstancia difícil de procesar que es, a su vez, extrema, dolorosa, traumática e impactante.

¿Existe el duelo colectivo?

Lo cierto es que yo creo que no o, al menos, no en un sentido estricto, porque el duelo es un proceso individual. De hecho, si nos atenemos a la definición, el duelo es el proceso que sigue a la pérdida de un ser querido. Sobre este punto podemos debatir, ya que los expertos señalan que cada muerte puede afectar a una media de diez personas. Por lo que, si multiplicamos por diez el número de fallecidos hasta ahora, podríamos concluir que cuando todo esto acabe habrá alrededor de 300.000 personas en duelo. A pesar de ello, esto no implica que todos estemos afrontando un duelo colectivo.

Como colectivo, como sociedad, podemos estar impactados, conmovidos, tristes, pero no en duelo. En duelo estará cada una de las personas que se haya visto afectada por la pérdida de un ser querido, porque el ser querido como tal lo será de sus hijos, de sus padres, nietos, amigos en su caso; pero no de la sociedad. No podemos en estos momentos apropiarnos de los seres queridos que no son nuestros. No toda la sociedad está en duelo, puede estar asustada, conmovida, preocupada, traumatizada, triste, pero no en duelo. Esto es porque el duelo no se procesa de forma colectiva, sino individual.

La celebración de homenajes, los rituales, podrán tener un cariz de carácter genérico; sin embargo, jamás podrá considerarse que el duelo es colectivo, porque cada uno es singular, exclusivo. Incluso en el caso de que todos y cada uno de nosotros hubiéramos perdido a un ser querido, tampoco sería un duelo colectivo, sino personal, individual e incomparable.

La clave está en dos aspectos:

  1. Cada duelo es único.
  2. Para que haya duelo, tiene que haber pérdida. No se trata de que haya muerto o no alguien cercano a nosotros, sino que también represente una pérdida para la persona.

Un concepto impreciso

En síntesis, si utilizamos el concepto de duelo colectivo para describir una situación inédita y anómala, puede tener sentido. Parece que el hecho de darle un nombre lo acota, lo contiene, lo controla. Ahora bien, si lo utilizamos de manera técnica, estaríamos ante una falacia: un concepto incompleto e incorrecto. Esto se debe a dos motivos:

  1. El duelo es un proceso personal.
  2. No es la sociedad, sino cada individuo que la compone, quien puede estar en duelo.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

 

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