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El eneagrama y el duelo: El doliente con eneatipo 7 (II)

Rosa Sánchez, psicóloga de FMLC

En este artículo continuamos reflexionando sobre la influencia que ejerce el carácter en la respuesta de la persona que atraviesa un proceso de duelo por la muerte de un ser querido, basándonos en los nueve eneatipos de la personalidad que contempla la Teoría del Eneagrama.

Como ya hemos explicado anteriormente, el eneagrama es un sistema descriptivo de la formación del carácter, basado en las etapas de desarrollo evolutivo del niño y en las fijaciones-bloqueos que se producen en dichas etapas como consecuencia de los fallos en la vinculación con las figuras de referencia.

Cómo reaccionarán en el duelo los E7 entusiastas

En la primera parte de este artículo describimos las características de las personas con el eneatipo 7 y establecimos que éste queda fijado en la etapa genital del desarrollo (igual que los E1, E2 y E8).

Así, durante el duelo, los E7 que desarrollaron el patrón de conducta de soñar y entusiasmarse se van a enfocar en la acción, a tratar de ser ayudadores y salvadores de las personas que les rodean.

No van a tener en cuenta sus necesidades porque para ellos el dolor no vale la pena. Desde su entusiasmo, lo feo y lo doloroso les despierta una motivación de servicio hacia los demás, compensando así su necesidad de reconocimiento y evitando conectar con su dolor.

Si deciden ir a terapia, les puede aportar estos beneficios:

  • Descubrir su gran ansia de reconocimiento, tras el entusiasmo de crear un mundo mejor. Ir transformando y disolviendo esta compulsión de niño bueno, enfrentando sus beneficios egoicos de ser admirado.
  • Despenalizar el egoísmo, legitimando sus necesidades en lugar de disfrazarlas fraudulentamente, culpando a otros por falta de compromiso y dedicación. Acusando desde su decepción: “Con lo que yo he hecho…”, cuando en realidad delega excesivamente en nombre de la tolerancia.
  • Afrontar el temor que tiene a la apatía si decide cambiar el combustible que le da la ideología, por el realismo. Ver el hondo pesimismo hacia sí mismo, los otros y el mundo. Fortalecer su confianza en la vida, con la que no serán necesarios tantos ideales ni adoctrinamientos.
  • Darse cuenta de cómo se auto-hipnotiza con su entusiasmo. Dejar atrás la mente adolescente. Dejar las fantasías de futuro perfecto. Mirar con mayor precisión lo que ve feo y doloroso.
  • Afrontar el miedo a no ser querido si no hace lo que se espera de él.

Cómo reaccionarán en el duelo los E7 soñadores

Los E7 que desarrollaron el patrón de conducta de “soñar” tendrán dificultad para expresar sus sentimientos de dolor. Tenderán a angustiarse por su dificultad para aceptar sus propios límites y asumir que no puede con todo, esto les generará sentimientos de inseguridad, miedo, abandono y soledad, exacerbando su rebeldía en sus relaciones con los demás, además de manifestar falta de disciplina, autoindulgencia, o actitudes caprichosas y oportunistas.

Pueden llegar a deprimirse porque no pueden tenerlo todo y porque el camino del duelo exige la aceptación de la realidad y la renuncia a la omnipotencia.

Si deciden ir a terapia, les puede aportar estos beneficios:

  • Aprender a no dispersarse cerrando posibilidades de acción, gestionando así su ansiedad de querer estar en todos los escenarios. Hacer menos cosas, pero acabar las que empiezan.
  • Apreciar lo que se tiene en lugar de lo que falta, no por autoindulgencia, sino para llegar a sentirse satisfechos con lo que tienen. Soportar la monotonía, la rutina, la costumbre.
  • Contactar con la necesidad de parar, relajarse y descansar.
  • Aumentar su capacidad de renuncia, abandonando su gran voracidad.

Todas estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido o intentan ayudar a una persona doliente de su entorno. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dude en consultar nuestra página web:

www. fundacionmlc.org

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