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¿Es aconsejable llevar a un niño a que se despida de un familiar enfermo?

Patricia Díaz, psicóloga infanto-juvenil de FMLC

 

© MalagónEn nuestro artículo de hoy, hemos decidido abordar este tema tras un interesante debate que mantuvimos recientemente con profesionales de la Medicina, en el marco de un curso sobre cuidados óptimos al final de la vida para pediatras y neonatólogos que están en contacto con niños muy enfermos.

Una cuestión muy interesante que surgió fue si los niños deben despedirse de sus hermanos enfermos. De ahí la cuestión se extrapoló a la posibilidad de que los pequeños entrasen en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) -tanto pediátricas como de adultos- para despedirse de los seres queridos.

La realidad que viven estos profesionales en su día a día es que, cuando hay niños que van a fallecer en las UCI neonatales y pediátricas, se les da una gran importancia a sus padres, pero no siempre ocurre lo mismo con los demás familiares y, con frecuencia, estos niños tienen hermanos que viven esa situación con mucho miedo e incertidumbre.

¿Debe un niño visitar a un familiar enfermo?

Durante la charla, este grupo de profesionales planteó la pregunta sobre si es conveniente o no que los niños puedan tener la oportunidad de despedirse de las personas a las que quieren, en momentos médicos tan complejos como las enfermedades que se atienden en la UCI. En este contexto, nuestra respuesta es contundente: sí, los niños tienen que poder despedirse de sus seres queridos.

Es un hecho que esta opinión choca frontalmente con la “burocracia” hospitalaria o con las normas que existen en muchas UCI de hospitales, que no permiten el acceso a los menores. En otros muchos centros hospitalarios, sólo permiten el acceso de menores siempre que sean mayores de 14 años.

La importancia de las despedidas

Cuando preguntamos a los profesionales que trabajan en las UCI si a ellos les gustaría tener la oportunidad de despedirse de un ser querido en el último momento (ya sea un padre, una madre, un hermano, una pareja, un abuelo, un amigo, etc.), su respuesta también es contundente: SÍ. Siempre responden de la misma manera: por supuesto, aunque fuese un momento duro, querrían haber tenido la oportunidad de entrar al menos a darle un beso.

De hecho, estos profesionales socio-sanitarios se plantean que, para un buen cuidado del paciente y de su vida, también hay que cuidar su muerte. Por eso, consideran que es importante que los niños puedan acceder a las UCI, tanto pediátricas como de adultos, con el fin de despedirse.

Cuándo no es conveniente que el niño vea al enfermo

No obstante, si dejamos pasar a los niños en los momentos previos a la muerte del enfermo caeríamos en un error irreparable. El menor puede prever aquello que nosotros le expliquemos pero, si la persona lleva tiempo ingresada, es importante que el niño haya ido periódicamente al centro hospitalario a ver a su ser querido. Si sólo lo hace cuando es inevitable, el impacto que tendrá la visita en él será significativo.

Las personas que están presentes durante todo el proceso de la enfermedad no son conscientes del progresivo deterioro físico que sufren sus seres queridos. Sin embargo, los niños que no pueden ser testigos de dicho proceso mantienen una imagen en su memoria de la última vez que vieron al enfermo. Por tanto, no serán capaces de ver a su ser querido si no nos acompañan previamente en el proceso.

Qué tener en cuenta antes de llevar al niño a visitar a un enfermo

Una vez asumido que es conveniente que los niños accedan a los hospitales y visiten a sus familiares a la UCI -no sólo para darles la oportunidad de que se despidan, sino porque les facilita asumir la realidad de la muerte-, hay una serie de consideraciones que podemos tener:

  • – Los niños pueden entrar, siempre que se les haya explicado antes todo lo que van a ver en la UCI.
  • Es importante que conozcan el estado de su ser querido.
  • – Si el proceso de enfermedad es largo, conviene que los niños acudan a ver al enfermo con regularidad, para que se familiaricen con el deterioro al igual que los adultos y así evitar que sufran un impacto.
  • – Cuando no es posible que acudan hasta el último momento, hay que prepararles ante el posible deterioro que haya sufrido en su físico el ser querido enfermo, es decir: que anticipen que la imagen que recuerdan del enfermo no es la que van a ver.
  • – En caso de que las unidades de cuidados intensivos no permitan el acceso a menores, es conveniente solicitarles una excepción si consideramos que para el niño va a ser importante y va a facilitar su duelo.

Facilitar el duelo a los niños

Somos conscientes de que los hospitales están tratando de facilitar cada vez más a sus pacientes tanto los procesos de vida como de muerte y de que son los primeros interesados en ayudarnos en estas situaciones. Siempre que trabajamos con profesionales socio-sanitarios, sus preguntas van orientadas a saber qué pueden hacer y qué actividades pueden modificar en su día a día para facilitar la vida a los pacientes y sus familiares.

Para saber más sobre la atención del duelo en menores, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores  en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico «Hablemos de Duelo», que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.

También incluye un apartado sobre cómo atender el duelo en el colegio y cómo ayudar a afrontar el duelo a las personas con discapacidad intelectual. La guía está disponible gratuitamente para su descarga en nuestra página web:

www.fundacionmlc.org.

2 comments


  1. Claudia Tellez

    Mi hijo quería mucho a mi hermana enferma en la primer clínica que estuvo lo llevabamos y mi hermana se paraba de la ventana del 2do piso y se hablaban por celular después cambian a mi hermana de clinica y la internan en UCI y no la vio por 2 meses y medio y mu hijo quería verla me decía que pidieramos un permiso especial para verla pero la verdad yo no quería que mi hijo entrara a dicha clinica pues es de alta especialidad y hay muchas bacterias ya mi hermana había salido de UCI después de insistireme tanto mi hijo (9 años)de verla hablamos con el doctor y nos dieron un pase especial para que pidiera mi hijo entrar, una noche antes mi hijo casi no durmio paso muy inquieto toda la noche (aún no sabia que ya teníamos el pase) al día siguiente pasó a ver a mi hermana, era una visita no despedida a las 3de la tarde y mi hermana fallece a las pocas horas y mi hijo me llegó a decir que sentia que mi hermana había muerto por su culpa. Yo pienso que hicimos bien en que se hayan visto ese último dia


  2. Estimada Claudia:
    Es adecuado que los niños vean a los familiares enfermos incluso en la UCI, con más razón si la relación es tan especial como describes. A los 9 años es habitual que crean que ellos son responsables en parte de la muerte, por eso hay que explicarles que no, que ha la muerte no ha sido provocada por las relaciones, sino por una enfermedad, y contarles qué órganos han fallado. Si el niño mostraba tanto interés en ver a su tía, lo adecuado es hablar con los miembros del hospital y que el niño pueda entrar y despedirse. Y, si no se pudo despedir, explicarle que hay veces que las personas fallecen sin que sea algo esperado.
    Así que siéntete tranquila, porque el hecho de que el niño viera a su tía es muy adecuado y más cuando era él quien lo solicitaba.

    Un saludo,

    Patricia Díaz
    Psicóloga FMLC

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