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Cómo afecta el duelo a las relaciones familiares

Sara Losantos, psicóloga de FMLC

 

Cuando una persona fallece, la pérdida puede llegar a afectar a una media de veinte personas, según indican los estudios científicos recientes sobre el duelo. Si tenemos en cuenta este dato, aunque las cifras no se cumplan al pie de la letra en todos los casos, resulta evidente que el número de personas implicadas es bastante elevado. Así, es fácil deducir que, si la pérdida afecta a una persona, muy probablemente va a afectar a la dinámica familiar.

Habitualmente hablamos del duelo y de la pérdida en singular. Así definimos cómo afecta el duelo, qué es y en qué consiste, cuánto dura o cómo abordarlo. Existen múltiples teorías que permiten responder a estas preguntas de forma más o menos clara y simple. Sin embargo, no resulta igual de sencillo explicar cómo afecta el duelo a una familia entera.

El duelo en la familia

En el caso del duelo familiar, se dan simultáneamente dos procesos: uno individual, que responde a las necesidades de cada miembro de la familia, a cómo vive cada uno el dolor y cómo enfrenta el sufrimiento; y, a la vez, se da un proceso grupal, que responde a las normas del grupo y, en este caso, responde a las normas específicas que se dan en un tipo de grupo peculiar que es la familia.

Cada familia tiene sus propios códigos y resulta imprescindible conocerlos para poder reparar la dinámica familiar que se ha roto con la pérdida. Pongamos por caso una familia de varios miembros: los hijos y los padres. Si muere uno de los hijos, cada uno de los cónyuges se verá afectado de distinta manera: por un lado, por la distinta relación que cada uno de ellos tenía con el hijo fallecido; por otro, debido a la distinta forma que tienen de afrontar la pérdida o el sufrimiento.

La dinámica que se genere entre los cónyuges va a influir de manera innegable en la relación de ambos con los hijos supervivientes.

El duelo en la pareja

En ocasiones la manera de enfrentar el dolor hace que los cónyuges se distancien. En estos casos se genera un clima en el que lo que intenta cada miembro es protegerse a sí misma y a su pareja del dolor. Pero lo que en realidad sucede es que se distancian por miedo a que el dolor les afecte.

También puede suceder que uno de los dos actúe como protector del otro y evite hablar de sí mismo para no perjudicar a su cónyuge. En esos casos, es habitual que el cónyuge protector se acabe cansando de esta dinámica o de estar desatendido, y termina por pasar factura de todos los esfuerzos que ha hecho. Así, todo aquello que ha tratado de evitar acaba siendo expuesto en un único momento.

Otra posibilidad es que una pareja se una en el dolor, que aumente la comunicación, que pasen más tiempo juntos, aunque no sea lo más habitual.

El duelo de los padres y la relación con los hijos

Cada una de las dinámicas expuestas hay que ponerla en relación con la respuesta de cada uno de los hijos, que da lugar a un número de combinaciones casi infinito. Puede suceder que en la familia haya miembros que requieran intervención terapéutica y miembros que no la necesiten. Hay aspectos del duelo que es bueno trabajar individualmente.

Una pérdida puede modificar por completo la estructura familiar, los roles que cada uno desempeñaba, el significado que cada uno le da a la pérdida. Asimismo, es normal que en los primeros momentos cada uno viva el duelo desde su propia óptica, tratando de responder a sus propias necesidades en ese periodo.

Lo que definitivamente “repara” la relación familiar es la comunicación abierta, la expresión de las necesidades tanto individuales como colectivas, no tanto para modificarlas, como para poder ser “vistas”. Así se repara la confianza en el grupo y la sensación de protección y cuidado que otorga. Obvia decir que el fallecimiento de uno de los miembros puede actuar como cohesionador de una familia desunida o como destructor de una familia con fuertes lazos de unión.

Estas claves pretenden servir de orientación a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido. Para saber más o para solicitar ayuda psicológica gratuita, no dudes en consultar nuestra página web:

   www. fundacionmlc.org

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