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El desafío de la conciliación familiar en Bolivia

La calle de las Brujas es uno de los rincones más emblemáticos de La Paz, un lugar donde se aglutinan multitud de pequeñas tiendas y puestos callejeros en los que se venden artesanías y productos locales. No es raro ver a las vendedoras vestidas con el traje tradicional de cholita sentadas y charlando entre ellas junto a los mostradores, a la espera de clientes. A veces, junto a ellas, también puede verse a un niño pequeño jugando, o a un bebé dormido en una cuna improvisada con cajas de cartón.

En Bolivia, la conciliación familiar se ha convertido en un problema importante para las familias, debido a que la rápida incorporación de la mujer al mercado de trabajo no ha ido acompañada de medidas para facilitar el cuidado de los hijos durante la jornada laboral. Hasta hace pocos años, en ciudades grandes como La Paz las guarderías eran escasas y en su mayoría, privadas. Muchas familias eran incapaces de asumir el coste de enviar a sus hijos allí. Les quedaban dos alternativas: recurrir a la ayuda de familiares o vecinos para cuidar de sus pequeños o llevárselos al trabajo, si eso era posible. En el caso de las madres solteras o familias con hijos discapacitados, la situación llegaba a ser casi insostenible.

Cuando hace más de diez años abrimos el centro infantil Mario Losantos del Campo en El Tejar, uno de los barrios más humildes de La Paz, nuestra intención era dar respuesta a esa demanda silenciosa y ofrecer una atención integral a los niños de entre 0 y 5 años procedentes de familias con bajos recursos. Las peticiones de plaza no tardaron en desbordarnos y actualmente tenemos capacidad para 90 pequeños en un horario amplio que facilita en gran medida la conciliación de los padres.

Un impulso transformador

Sin embargo, con el paso de los años, hemos ido constatado que el impacto que el Centro Infantil MLC ha tenido en la vida del barrio ha sido muchísimo mayor. No sólo hemos ayudado a las familias, proporcionando un lugar seguro y asequible para sus hijos, sino que hemos promovido el empleo femenino dando trabajo formal a más de una veintena de mujeres (desde cocineras a administrativas y educadoras): también hemos impulsado el crecimiento económico de esta pequeña comunidad, y hemos dado apoyo a familias que se encontraban en una situación muy vulnerable.

Ahora, debido al impacto económico que ha tenido la pandemia en el país andino, numerosas familias se encuentran en situación de precariedad, y más mujeres se han visto obligadas a buscar empleo fuera de casa. De nuevo, nuestro centro vuelve a ser vital para la recuperación de la normalidad del barrio. De todo y mucho más podréis charlar el próximo jueves 20 de abril, a las 19:00 h., en nuestro encuentro virtual «Voces desde Bolivia», con Sandro Aranda y Heymi Aguirre, los responsables educativos de nuestro centro infantil. La asistencia a esta charla on-line es gratuita, previa inscripción aquí:

Quiero asistir al encuentro «Voces desde Bolivia»

 

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